¿Por qué no todas las “Fonts” son archivos con la misma extensión? ¿TrueType, OpenType? ¿Cuál es mejor? Estas son las preguntas que intentaremos responder a lo largo de este artículo, pero, para ello, antes debemos conocer un poco estos formatos.
TrueType es un formato de tipografía para ordenador creado por Apple a finales de los ochenta para competir con el formato Type 1 de Adobe. Este nuevo formato permitía a los tipógrafos un mayor control sobre la forma de las letras. Las tipos TrueType están formadas por elementos vectoriales no PostScript. Apple vendió una licencia a Microsoft. Desde entonces, los tipos de letra entre Leopard y Windows son totalmente compatibles.
Los caracteres TrueType se describen mediante curvas que un rasterizador convierte en mapa de bits para cada cuerpo. Para que la calidad no empeore, los tipos se ajustan a una retícula de salida antes de rasterizarse.
OpenType está basado en su antecesor, TrueType, cuya estructura complementa con tablas de datos que permiten incorporar a una fuente funciones tipográficas y lingüísticas avanzadas.
Los orígenes de OpenType se remontan al inicio de los noventa, cuando Microsoft intentó licenciar para su sistema operativo Windows la tecnología de tipografía de Apple, TrueType. Tras el fracaso de las negociaciones, Microsoft determinó seguir adelante con su propia tecnología, la cual, basada también en la arquitectura TrueType, vio la luz en 1994 bajo la denominación “TrueType Open”. Adobe se unió al proyecto de Microsoft en 1996, añadiendo al formato la capacidad de usar las curvas matemáticas empleadas en sus fuentes Type 1. La nueva tecnología, bautizada como “OpenType”, fue anunciada públicamente ese mismo año.
Las familias OpenType se caracterizan por tener la capacidad de contener hasta 65.636 glifos (a diferencia de las PostScript, que se limitan a 256). Es capaz de incluir especialidades en las letras (ligaduras, fracciones, versalitas), así como escrituras no latinas. Los archivos Opentype son capaces de usarse en sistemas de Mac y de Windows, así como en algunos sistemas Unix.
Con esto, nosotros nos mojamos y diremos que recomendamos fuentes OpenType en casi todas las ocasiones, para que nunca nos falte el símbolo del euro (€) o algún acento extraño (î). Sobretodo porque consideramos apropiado tener la capacidad de incluir siempre que queramos la letra “ñ”.